Con su pintura conectó con el mundo. Destacado artista plástico fundador del prestigioso Museo de Arte Contemporáneo Latinoamericano de La Plata (MACLA), expuso en más de 300 muestras en numerosos países
Pintar para mí es conectar con el mundo, es la comunión con los hombres, no
con las modas, estilos, éxitos o fracasos”. Ese era el concepto que de su
propia obra artística tenía César López Osornio.
Y por cierto que a través de sus pinturas logró conectarse con el mundo y
con los hombres, porque hay obras de este destacado artista plástico, nacido en
1930 en nuestra ciudad, en el Museo de Arte de Kobe, Japón; en la embajada
argentina en Madrid, en el Museo Cívico de Arte Contemporáneo de Padua
(Italia), en el de Bratislava, en la Gallery Varna de la ciudad de Sofía, en la
Pinacoteca de la Universidad de Zaragoza, y en innumerables museos como el
Provincial de Bellas Artes de nuestra ciudad, el Municipal de La Plata, de
Lincoln, de Pringles, de Concepción del Uruguay, el del barrio porteño de La
Boca y, por supuesto, en el MACLA.
También hay pinturas suyas en gran número de colecciones privadas de
nuestro país, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Venezuela, Puerto Rico,
Brasil, Ecuador, Uruguay y otras naciones latinoamericanas.
El estilo geométrico de sus pinturas mereció un amplio y extendido
reconocimiento internacional.
En 1958 egresó de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de
La Plata y en 1960 la UNLP y la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia
lo becaron para viajar a Japón a realizar estudios de perfeccionamiento en el
Departamento de Arte de la Universidad Tecnológica de Osaka y Arquitectura
Paisajística en la Universidad de Kyodai de Kyoto. Vivió casi cuatro años en
ese país y durante su estadía también se desempeñó como docente y desde luego,
realizó algunas muestras de obras de su autoría.
Regresó a la Argentina a fines de 1963 y ganó por concurso en la Facultad
de Bellas Artes de La Plata, un cargo en la materia Visión, cuyo titular era
Héctor Cartier y al jubilarse éste, López Osornio, también por concurso,
accedió a la titularidad de esa cátedra, cargo que ejerció hasta 1975, año en
el que debió exiliarse en el exterior. Pero paralelamente, venía dictando la
materia del mismo nombre en la Facultad de Arquitectura de la UCALP.